Polémica tras fallo de la Contraloría: ¿En qué pensaba usar los dineros el CECS?
Una de las críticas al centro de Valdivia fue que no se conocía muy bien su proyecto. Francisco Sepúlveda, del CECS, explica sus líneas de investigación.
El jueves por la noche compartieron la misma mesa Jaime Bertin, intendente de la X Región; Víctor Cubillos, rector de la Universidad Austral de Chile (Uach), y Francisco Sepúlveda, director asociado de Programas de Investigación del Centro de Estudios Científicos de Valdivia (CECS). Sepúlveda reemplazó al director, Claudio Bunster, quien se enfermó.
A fines de 2006 estas tres entidades protagonizaron una mediática polémica. Así que el motivo de la reunión, el Seminario País-Región: Ciencia y Tecnología al Servicio del Desarrollo, generaba expectativas. Pero sólo hubo palabras de buena crianza.
La decisión en contra
Pero cuando todo sería paz, estalló la bomba el viernes en la mañana: la Contraloría General de la República le impugnó los $2.000 millones que el CECS había ganado en un Concurso de Conicyt y el gobierno regional. Consideró vicios en el proceso. El tema despeinó a la casi siempre engominada ciencia criolla.
El rector Cubillos dijo que no se alegraba de lo sucedido, que el problema había sido superado por su parte. Añadió que este seminario que organizaban en conjunto con el CECS era una demostración de ello.
Sólo lanzó un dardo: dijo que "nunca" ha conocido el proyecto con el que el CECS ganó los recursos. "Lo he preguntado en otras partes. No lo conozco".
En su ponencia del jueves, Francisco Sepúlveda explicó brevemente qué investigaría este nuevo centro. El CECS -uno de los cuatro institutos de la Iniciativa Científica Milenio (ICM)- posee tres líneas de trabajo: "biofísica y biología molecular", "física teórica" y "glaciología y cambio climático".
Con la plata regional y de Conicyt apostaban por una cuarta: el Centro de Ingeniería de la Innovación. "La idea es conectarnos con el mundo productivo", dijo Sepúlveda a El Mercurio.
En todo caso, estos fondos no sostendrían por sí solo el proyecto. Tal como Milenio no financia solo las otras tres líneas de investigación del CECS.
Nueva línea
"Sobrevivimos gracias a la ICM. Pero lo que nos permitió fue saltar y tener muchos otros fondos. Nosotros gastamos mucho más plata de lo que nos da Milenio. Y esto viene a ser exactamente lo mismo", comenta.
El nuevo centro de ingeniería, que fue inaugurado en enero de 2007, tendría dos líneas de trabajo. Una tiene que ver con la experiencia de sus glaciólogos. Estos científicos tienen dos vías para investigar: la sacrificada -ir hasta los glaciares y dormir en carpas- y otra más tecnológica. "Se le hace un agujero al avión y se le meten instrumentos que miden", cuenta Sepúlveda mientras luce su corbata que dice "CECS" por todos lados. Esta institución trabaja codo a codo con la Armada nacional.
Los glaciólogos usan el altímetro láser. Un láser viaja hasta la superficie del hielo y luego se lee de vuelta. Eso, junto con un software, con GPS y un sistema inercial de navegación es capaz de dibujar el perfil superficial del glaciar. Para ello, el altímetro toma muchos puntos.
También usan un radar que penetra el hielo. Así logran un mapa tridimensional del glaciar.
Además, este trabajo emplea una cámara que detecta el espectro electromagnético (que va del rojo al azul). Surge el área comercial. Esto puede servir, por ejemplo, para saber cuándo un campo está listo para su cosecha o si un bosque está enfermo, por su cantidad de clorifila. En estos casos, el color que emite, las longitudes de onda, son diferentes.
"Ellos (los glaciólogos) saben hacer eso al revés y al derecho y han creado algunos de sus propios instrumentos. Y se les ocurrió que esos mismos instrumentos son los que se usan en países desarrollados para hacer catastros topográficos", cuenta .
Y añade: "Hay una necesidad grande en la minería, en el desarrollo urbano, en la explotación forestal. Son cosas que se pueden detectar desde el aire. Hay un mundo ahí de servicios para distintos sectores productivos".
Salmones poderosos
La otra línea del Centro de Ingeniería de la Innovación tiene que ver con el trabajo genético que el CECS ha realizado con ratones. "Se pueden agregar, modificar y eliminar genes. Nosotros lo podemos aplicar, usar esta biología molecular para tratar de introducir a los peces resistencia a enfermedades, crecimiento más rápido o adaptaciones a distintas salinidades o temperaturas", explica.
Partirán con un pez experimental, que son más fáciles para investigar, y luego realizarán aplicaciones eventuales en peces comerciales, como el salmón.
Sepúlveda insiste que "son temas importantes para la región, pero también en el mundo".
No es que el centro esté ciento por ciento trabajando. Hasta el jueves por la noche estaban reclutando gente. "Pero estos proyectos ya están presentados. Hemos ido más rápido en eso. Partimos por varias partes al mismo tiempo, porque tampoco sabemos si todas nos van a resultar, que nos vayan a dar la plata. Son proyectos muy, muy caros", remata Sepúlveda.
Hay que ver cuál es el futuro de este nuevo centro.
El proyecto universitario
Las universidades Austral y de Los Lagos proponían apoyar el turismo a través de nuevos productos y destinos de empresas, con la participación de 48 académicos en las áreas de zoología, botánica, ecología y forestal, entre otras.
"Se consideraba la situación turística desde el punto de vista ecosistémico, integral, donde no sólo estamos viendo el turismo de las personas, (sino que también) la preocupación por el medio ambiente, por las ballenas. En otras palabras, desarrollo sustentable aplicado al turismo", explica el rector Cubillos.
El origen de la polémica
El 14 de octubre de 2006 Conicyt llamó a concurso para crear un centro de desarrollo científico y tecnológico en la Región de los Ríos. Sólo dieron 14 días para presentar el proyecto. El CECS lo hizo a los dos días. Las universidades Austral y de Los Lagos lo enviaron a Santiago el mismo 3 de noviembre.
Los consideraron fuera de plazo.
Además, los proyectos debían conseguir la firma del intendente de la X Región, Jaime Bertin. El 8 de noviembre, en reunión del Consejo Regional (Core), encargado de asignar las platas, el intendente pone a votación un solo proyecto, el del CECS. El tema no aparecía en tabla. Algunos consejeros se sintieron excluidos de la decisión.
Opiniones
FRANCISCO SEPÚLVEDA
Director Asociado de Programas de Investigación del CECS
"Nosotros tenemos mucho trabajo previo en esas áreas específicas (genómica y topografía). No sólo tenemos trabajo previo, sino que también liderazgo. Para lo que necesitamos expertos es para el manejo administrativo del centro. Y eso lo vamos a armar".
VÍCTOR CUBILLOS
Rector de la UACH
"Por supuesto que competimos con el CECS. Y competimos con muchas otras instancias cada vez que postulamos. Pero no por eso nos alegramos cuando a alguien le va mal. No nos interesa, y no estoy con un doble estándar en esto. Si la Contraloría habrá tenido algunas razones, éstas serán técnicas y hay que aceptarlas".
[FUENTE: El Mercurio, Eliette Angel]
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