Biólogos norteamericanos lograron traspasar las características de una bacteria a otra trasplantando su genoma completo.
Si logran depurar la técnica, podrían "producir" bacterias que se alimenten de CO{-2} o de cualquier tipo de contaminante.
Sabio, navegante, amigo del mar de Chile y de la Universidad de Concepción, Craig Venter se agrega otra "condecoración" a la ya enorme de haber secuenciado el genoma humano. Esta semana publicó en la revista "Science" que su equipo logró extraer el genoma de una bacteria y trasplantarlo en otra.
Desde hace tiempo que los ingenieros biólogos toman material genético de un organismo y se lo injertan a otro, pero ésta sería la primera vez que alguien logra una reproducción completa.
"Equivale a transformar un computador Macintosh en un PC insertando un nuevo software", explicó Venter. Él, en el instituto que lleva su nombre en Rockville, Maryland, EE.UU., se ha concentrado en la creación de microorganismos que se alimenten de contaminación.
Logró el éxito con dos bacterias emparentadas. Micoplasma mycoides donó su material genético a Micoplasma capricolum.
Astutamente, aisló primero el genoma de la primera bacteria, mientras que sometía el ADN de la segunda a un lavado con químicos que hizo que su superficie se volviera porosa. El genoma aislado se metió por esos poros y anuló al original.
El método falló miles de veces, pero en uno de los 150 mil intentos, funcionó. La bacteria receptora comenzó a volverse azul. La bacteria donante tiene ese color, porque su genética reacciona así a ciertas proteínas.
¡Voila!, la metamorfosis estaba completa.
Repercusiones
Para asegurarse, los científicos miden si efectivamente están las mismas proteínas que azulan la bacteria. Sí, ahí, están.
El problema es que no tienen la menor idea de qué pasó. Tal vez el nuevo ADN "se comió" al original; o éste queda latente. Si la bacteria se reprodujera, esto se podría notar en su descendencia.
Algunos científicos ya se portan como "chaqueteros".
Aducen que varios grupos están trabajando en estas técnicas y que el de Venter no sería tan "único". Otros, sólo reconocen el logro en el procedimiento para el trasplante y no en el intercambio genético en sí.
Pero, si todo resulta, Craig Venter estaría abriendo otro capítulo en la historia del control humano sobre la vida.
Glosario
Genoma: Conjunto de genes de un organismo.
ADN: Contiene la información genética y asegura el control de la actividad de las células.
Bacteria: Microbio compuesto por una célula (unicelular). Organismo autónomo más pequeño.
Gen: Unidad de información que genera una característica específica del ser vivo.
Proteína: Sustancia fundamental en la constitución y funcionamiento de la materia viva.
Virus: Germen que necesita aliarse con una célula viva para existir.
El gran avance, desde Chile
Para Manuel Santos, genetista de la Universidad Católica, esto es un hito. "Espectacular, es un acontecimiento muy impresionante en esta disciplina que busca la mínima información genética que construye la vida", dice.
Recuerda a Craig Venter en Chile, en 2005: habló de este proyecto. Quería crear un microorganismo tipo bacteria que literalmente se coma el CO{-2}. Si lo logra, el mundo podría tener un "traga-contaminación" específico para cada fuente.
Santos explica que el gran paso en el manejo de material genético es lograr transplantar un genoma completo, en este caso de 580 mil nucleótidos, y no sólo un gen, lo que se ha venido haciendo desde la década del 70.
En el caso de la insulina, por ejemplo, lo que se hace es implantar un gen específico en una bacteria que la hace producir la sustancia. "La bacteria sigue funcionando con su genoma, pero está engañada. No pierde entidad, sólo se convierte", explica el científico.
Junto con el transplante, el equipo secuenció el genoma donado. La idea fue prepararse para el siguiente paso: sintetizar en el laboratorio ese material genético. ¡Sintetizar vida!
Pero para eso, paralelamente, tienen que lograr entender qué pasó exactamente con ambos genomas.
Luego la meta es comenzar a manipular organismos más complejos. Una bacteria no es tan simple como un virus desde el punto de vista evolutivo.
Aun así, tiene pocos genes y un solo cromosoma. El sujeto de estudio siguiente sería la levadura.
Si todo resulta, los científicos podrían llegar a producir células, pero aún estamos lejos de eso. "Lo que estamos informando en este trabajo no tiene relación con un organismo sintético", puntualizó Venter. Pero también dijo que cree que "finalmente podríamos crear células artificiales y éste es un primer paso".
Para Manuel Santos esto no es tan sólo una promesa futurista. Trae a la memoria que Craig Venter fue el responsable de la lectura de un tercio del genoma humano con un método que él mismo creó. "Él es muy ingenioso", comenta.
Según cifras que el Instituto Craig Venter no ha confirmado, producir un organismo sintético podría llegar a costar unos US$10 millones.
Santos reconoce que la transferencia de tecnología tarda en llegar, pero si esta técnica tiene éxito, Chile también podría estar entre sus beneficiarios. En nuestro país ya se trabaja manejando bacterias. Un ejemplo de ello son los microorganismos que logran la biolixiviación del cobre.
"Finalmente podríamos crear células artificiales y éste es un primer paso" CRAIG VENTER
Miembro de la Academia de Ciencias de los EE.UU.
Peligro escondido
Las aplicaciones de esto se multiplican al infinito.
Produciríamos bacterias comecontaminación, vacunas contra el sida o la influenza, células, neuronas, petróleo artificial, órganos...
Pero también ébola, gripe aviar o microorganismos para una guerra biológica.
Si esto cae en las manos equivocadas, las consecuencias podrían ser nefastas.
En aras de potenciar la investigación mundial, la mayoría de las secuencias de genes conocidas están a libre disposición en internet.
Entre ellas hay más de 100 patógenos, incluidos el ántrax, ébola y viruela. Conocer cómo funcionan sirve para controlarlas, pero también entrega la clave de cómo producirlas. Los científicos incluso han logrado reproducir la misma cepa de influenza que causó la pandemia mundial de 1918.
Resultados inciertos
Pero no es el único riesgo. Es imposible predecir cómo se comportará un organismo sintético artificial. ¿Terminarán mutando? Y estas mutaciones, ¿serán del mismo tipo que se da naturalmente o serán de una clase totalmente desconocida?
Explica Manuel Santos que tal vez no exista una bacteria que se alimente de CO{-2}; tal vez no encaja en el medio ambiente. Él es un entusiasta de estos avances, pero reconoce con cautela que "no sabemos cómo va a actuar la selección natural".
Si bien trabajar así con material genético no involucra ningún problema ético directamente relacionado con el hombre, sí puede abrir una caja de Pandora.
Instituto Craig Venter
[FUENTE: El Mercurio, Lorena Guzmán]
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