"Needish tiene el potencial de cambiar radicalmente la experiencia de shopping online. ¡Y esa idea se está gestando en Chile!", dice.
Wenceslao Casares está en Roma "por trabajo", dice. Pero el reciente lanzamiento en Chile de Needish -la empresa que desarrollaron el chileno Daniel Undurraga y los suecos Oskar Hjertonsson y Johan Ehn- incentivaron al ex fundador de Patagon a hacer un espacio en su apretada agenda para hablar de sus razones para involucrarse en el proyecto, que busca ser una nueva y distinta plataforma de comercio a través de internet.
Premunido de su background como líder de una generación que apostó con éxito por los negocios basados en tecnología e internet -fundó también la empresa de videojuegos Wanako Games, comprada por Vivendi este año -, Casares cuenta que al mes le llegan hasta 30 propuestas de negocios de todas partes del mundo en búsqueda de apoyo financiero. Por estos días y aparte de Needish, ya está con otro proyecto, esta vez en su país natal, Argentina. Bajo el nombre de Popego, está trabajando junto al argentino Santiago Siri -creador del sitio Gamesareart y fundador de la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de Argentina (AVDA)- en una nueva compañía que aún no ve la luz y de la que prefiere guardar los detalles para su debut.
-¿Por qué le interesó Needish y qué potencial le ve en Chile y el mundo?
"De Needish lo que más me interesó fue el equipo. Buenas ideas hay muchas, pero lo que falta son buenos equipos para ejecutarlas. Además, la idea de Needish me parece genial y muy ambiciosa. Es revolucionaria, un concepto radicalmente nuevo de cómo "encontrar" en lugar de "buscar". Me permite decir, en mis propias palabras, qué producto o servicio necesito y me los encuentra. Es una forma nueva pero muy lógica de comprar. Si yo ya decidí que quiero comprar un producto o servicio, ¿por qué tengo que hacer todo el trabajo yo, que soy quien lo va a pagar? Y desde el punto de vista de los proveedores de servicios y vendedores de productos, es una plataforma ultra eficiente para llegar a clientes que necesitan exactamente sus servicios o productos. Needish tiene el potencial de cambiar radicalmente la experiencia de shopping online. ¡Y esa idea se está gestando en Chile!
-¿En qué se fija en un proyecto para apoyarlo?
"Financio muy pocos proyectos startup. Son más la excepción que la regla (quizás 2 o 3 por año, no más). En los proyectos startups me importa mucho más la gente que la idea, oportunidad o industria".
-Siempre ha señalado que en Chile hay talento y es la razón por la que quiere radicarse acá, pero aquí el gran cuello de botella para generar talento es la calidad de la educación ¿Qué cambios cree que hacen falta en lo micro para cambiar esta situación?
"Creo que es importantísimo mejorar el nivel de la educación primaria y secundaria, en ese orden en Chile. El resto va a venir sólo si esas dos cosas se logran bien. Y no estoy hablando de ridiculeces como poner pizarrones electrónicos ni una laptop por alumno. Simplemente que se enseñe a leer y escribir bien, a sumar y restar. Y, sobre todo, que se mejore mucho la calidad de los maestros, profesores, que se les pague mejores sueldos, que se les dé más entrenamiento y educación, que se los motive y estimule, que se traigan maestros y profesores de otros países si es necesario. ¿De qué sirve gastar dinero en que los alumnos puedan usar Word o Excel si no saben escribir o sumar? ¿De qué sirve gastar dinero en innovación si no hay gente que lo pueda aprovechar? Gastar dinero en "innovación" cuando un porcentaje tan bajo de la población tiene la educación mínima como para poder aprovecharlo, me parece un desperdicio. Yo me gastaría todo el fondo de "innovación" en mejorar la educación primaria y secundaria. No es muy sexy, porque hay que esperar muchos años para ver los resultados, pero sería el uso más productivo y justo de ese dinero".
- ¿A qué plazos debería aspirar Chile para hacer este cambio?
"Con estos cambios hay que ser paciente. Es mejor invertir en hacer cambios profundos y de alto impacto a largo plazo, en especial en educación, que en cambios cosméticos de corto plazo que no cambian la vida de casi nadie. Chile es muy distinto que Asia y debe definir su propio modelo, no copiar otros, con sus propios tiempos".
- ¿En qué otros proyectos está trabajando? Había comentado sobre una empresa de videojuegos online...
"Por ahora sólo es una idea, un espacio que me interesa mucho, pero en el que todavía no hemos concretado nada".
Needish es valorizada en US$ 1 millón, y ya ve nueva ronda de financiamiento para crecer en el exterior
Hace dos semanas que en una "versión alfa" se encuentra funcionando en Chile Needish, dice Daniel Undurraga, el socio chileno de esta nueva compañía, firma que se basa en acercar a consumidores con productos y servicios a través de internet. En este caso el consumidor no es el que busca el producto, sino el que escribe una "necesidad", para que empresas y proveedores de servicios le hagan llegar propuestas u ofertas, por lo que los oferentes pagarán una comisión a Needish.
Mientras el plan de negocios original de los creadores era partir en Suecia y después llevarlo a Estados Unidos, Oskar Hjertonsson cuenta que fue Casares quien cambió el enfoque. "Él nos hizo el switch que teníamos que buscar fondos en Estados Unidos", dice, pues allí está el mercado más importante y el centro mundial del capital de riesgo. Por ello ahora los socios tienen planeado concretar este salto en enero de 2008, avalados en una segunda ronda de financiamiento en unos dos meses, con nuevos inversionistas.
"Valorizamos la compañía en un millón de dólares", dice Hjertonsson, basado en que lograron vender el 15% del proyecto a los inversionistas "ángeles" -Casares, Alejandro Simonetti y Cristián Morales-, quienes aportaron US$ 150 mil para su puesta en marcha.
La empresa ya cuenta con unos 1.500 usuarios, aunque por el momento es gratuito el servicio, situación que mantendrán por lo menos seis meses o hasta que haya una suficiente base de vendedores.
Needish se originó en una idea del sueco Johan Ehn, que luego cristalizó con su connacional Oskar Hjertonsson y Daniel Undurraga, a quien conocían, pues Hjertonsson había estado de intercambio en Chile. Los tres -que hoy suman el 85% de la propiedad de Needish- optaron por desarrollar acá el proyecto, por el menor costo comparativo respecto del país nórdico, aunque no esconden su desaliento con el escaso apoyo dado por instituciones como la Corfo, que -dicen- les planteó que no les convenía poner fondos en recurso humano. "Mientras la Corfo siga pensando así, nunca vamos a dejar de exportar cobre", dice Undurraga, y Hjertonsson agrega que "es la mayor locura que he escuchado este año".
FUENTE: El Mercurio, Azucena González
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