Alejandro Ferreiro y las diferencias dentro del gabinete: "Todos apuntamos al mismo arco"
Que el gabinete está dividido, que ha habido desencuentros entre el ministro de Hacienda y el del Trabajo, que el titular del Interior fue interpelado hace unos días. Éstas son sólo algunas de las situaciones por las que el gabinete ha estado en el centro de la atención en el último tiempo.
Sin embargo, parece ser que el ministro de Economía, Alejandro Ferreiro, va avanzando tranquilamente en los temas de su cartera. A su juicio, son más aparentes que reales las diferencias dentro del gabinete, aunque reconoce que nadie es igual a otro. "Aquí no hay 22 clones en el gabinete, hay gente que piensa distinto, y precisamente por eso conforman el equipo ministerial de un gobierno que es plural. Lo importante es que haya participación cuando corresponda en el proceso de toma de decisiones y absoluta e inequívoca lealtad en la aplicación de las medidas que se adoptan. Si en eso hemos fallado, habrá que hacerlo de modo que no quepa lugar a dudas". Y agrega: "Éste es un equipo, cada jugador tiene distintas destrezas, pero todos apuntamos al mismo arco de al frente".
-¿Por qué en un tema vinculado con la productividad, que a su vez se relaciona con el quehacer del Ministerio, como son las movilizaciones por mejoras laborales, éste no ha tenido una presencia?
"Las negociaciones al interior de las empresas se deben dar al interior de éstas. Es ahí donde se evalúa la productividad, el aporte que hacen los trabajadores a ésta. Eso se cuantifica, y eso determina cuáles son, en un proceso de negociación bien llevado, los ajustes de remuneraciones consistentes con lo que la empresa puede pagar, pero también que sea el justo premio al aporte de los trabajadores al proceso productivo. Esto, porque precisamente se entiende que es en las empresas donde debería desarrollarse este proceso de negociación, que la intervención de las autoridades políticas sobra".
"Si queremos que la productividad mande como criterio en la negociación colectiva, y si queremos que efectivamente los trabajadores obtengan el justo premio a su esfuerzo, debemos fortalecer la negociación al interior de la empresa y permitir que ella se conduzca en ese campo con las menores interferencias".
-¿Le preocupa que se disocie la productividad y salarios, como se dio en este caso?
"Evidentemente es preocupante una disociación entre salario y productividad. Pero no quiero validar la segunda parte de la pregunta 'como se dio en este caso'. La negociación colectiva tiene sentido al interior de la empresa precisamente para que sea la productividad de ésta la que determine los reajustes de remuneraciones posibles y el justo premio al esfuerzo de los trabajadores en ello. Reajustes por sobre lo que una empresa puede pagar perjudican el empleo y la viabilidad de la misma, y eso es pan para hoy y hambre para mañana. Reajustes por debajo de lo que constituye la retribución justa del esfuerzo de los trabajadores es socialmente inaceptable".
-Usted dice que no quiere validar la segunda parte de la pregunta, pero en este caso fue un tema de presión que ejercieron con las movilizaciones, la huelga, la violencia...
"No es aceptable en los procesos de negociación colectiva intentar fortalecer la posición negociadora por la vía de la violencia".
-Pero se dio.
"Pues bien, hay robos en las calles, hay gente que se muere. Hay una serie de cosas que pasan que no debieran pasar. No confundamos el ser con el deber ser".
-Por eso mismo, para bien o para mal, lo que ocurrió fue un arma de negociación.
"No sé si ésa fue un arma de negociación. Eso, en la medida en que constituye, ilícito ha dado lugar a la presentación de responsabilidades penales".
"Uno podría adormecerse bajo la ilusión de un cobre alto"
La innovación es el tema que lo preocupa estos días: "Uno podría adormecerse bajo la ilusión de que el precio del cobre va a seguir alto y que, por lo tanto, este esfuerzo de innovación es innecesario. La actitud responsable es pensar que innovar es el antídoto contra el estancamiento".
-Usted está a la cabeza de un proyecto que establece un subsidio a la investigación en desarrollo. ¿En qué consiste?
"Un subsidio es fundamental para mejorar la vinculación de empresa y universidad, y para allegar el nivel de recursos privados que se requieren con el fin de dar el gran salto en materia de innovación".
"Supone que en un contrato de investigación y desarrollo suscrito entre una empresa chilena, que paga un impuesto de primera categoría, y una universidad o centro de investigación chileno acreditado, el 45% del costo va a ser descontado de impuestos y el 55% va a ir contra financiamiento directo y concreto de la empresa. El 45% es el apoyo público a este esfuerzo y el 55% es la garantía de que la innovación es pertinente a lo que la empresa requiere y que, por tanto, la universidad o centro de investigación va a responder específicamente a la demanda concreta que esa empresa tiene".
-¿En qué esta la invitación a los rectores a participar en el Consejo Nacional de la Innovación?
"Lo que hemos planteado es que están abiertas las puertas para la incorporación. Eso requiere una modificación al decreto presidencial que creó el consejo, pero en paralelo estamos legislando respecto de la institucionalidad permanente del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad".
"Hemos definido primero que este consejo no tenga un representante del Consejo de Rectores, pero sí al menos una persona, un docente de reconocido prestigio en la gestión de institucionalidad de educación superior o personas que tengan excelencia en su desempeño en el campo de las ciencias, etcétera".
-Pero esta persona ¿va a tener derecho a voz y voto, o sólo voz en el consejo?
"Esta persona, de acuerdo al planteamiento, va a ser propuesta por la Presidenta de la República, validada por el Senado y va a tener, ciertamente, voz y voto. Siete serán los consejeros. Esto está siendo discutido hoy día".
-La polémica entre los rectores y el consejo de innovación y la del concurso de Conicyt que pedía personería jurídica propia a los centros de las universidades, ¿muestran que el gobierno no tiene claridad sobre el rol de las universidades?
"No. Las universidades tienen un rol y deben participar, pero no van a tener la última palabra... Por lo tanto, participación sí, pero aspirar a que la participación equivalga a que todo lo que yo postulo tenga que materializarse, es una manera que no compartimos".
[FUENTE: El Mercurio, Daniella Zunino]