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    miércoles, 4 de julio de 2007

    La base de la ciencia es la ciencia básica

    Manifestamos nuestra preocupación ante la falta de participación de la comunidad científica organizada en las instancias que deciden y determinan las prioridades.

    Con ocasión del 40° aniversario de Conicyt, la Presidenta Michelle Bachelet reafirmó su compromiso de incrementar la inversión en Ciencia y Tecnología (CyT) hasta alcanzar al menos el 1% del PIB para 2010. Apuntando a ello se han creado numerosos instrumentos de financiamiento, se tramita la Ley del Royalty Minero y se creó el Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad.

    Los científicos, reunidos en el Consejo de Sociedades Científicas de Chile, valoramos profundamente estos esfuerzos. Sin embargo, manifestamos nuestra preocupación ante la falta de participación de la comunidad científica organizada en las instancias que deciden y determinan las prioridades.

    Por años hemos trabajado para que se genere un Sistema Nacional de Ciencia moderno y eficaz. Creemos de suma importancia que el Gobierno avance en su creación: un sistema a prueba de interferencias indebidas, validado por los distintos actores sociales, con una mirada de país a largo plazo, con mecanismos transparentes de toma de decisiones y prudente en el manejo, asignación y control de los recursos.

    Nos llama la atención hoy la multiplicación de nuevos programas, concursos y fondos de apoyo para CyT (como el Fondo de Financiamiento Basal) que surgen mientras el Programa Fondecyt, el más importante para el desarrollo científico del país, permanece relativamente estático tanto en el número de proyectos como en el monto de los fondos asignados. Numerosos y muy buenos proyectos quedan todos los años sin ser financiados.

    Creemos que, además de crear nuevos instrumentos y concursos cuya eficacia está por demostrarse, es prioritario consolidar y reforzar instrumentos como Fondecyt, de eficacia y productividad demostradas. Aproximadamente 13 mil publicaciones científicas de nivel internacional (ISI) son el resultado de estos proyectos.

    Varios de estos nuevos fondos impulsan la aplicación productiva de la investigación a corto plazo. Ello será efectivo si se cumplen dos requisitos esenciales: primero, que los concursos cuenten con mecanismos transparentes de evaluación donde prime su calidad intrínseca por sobre valoraciones económicas hipotéticas, y segundo, que este apoyo no merme el financiamiento de proyectos básicos, como los de Fondecyt. Las aplicaciones tecnológicas, que llevan al aumento de la competitividad, necesitan de creatividad y excelencia y, por lo tanto, sólo ocurrirán si se edifica el sistema científico nacional sobre una masa crítica de investigadores que realice ciencia de punta, inspirada en la curiosidad más amplia, sin buscar retornos económicos inmediatos.

    La comunidad científica desea contribuir al necesario debate y considera claves cuatro acciones:

    1. La creación de un Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, que incluya la participación de todos los actores involucrados.
    2. Abrir una nueva etapa para la ciencia fundamental: duplicar el presupuesto de Fondecyt en los próximos tres años y aumentar sustancialmente el monto máximo por año de cada proyecto.
    3. Mejorar decisivamente los programas de apoyo a la formación de posgrado y los de inserción de graduados en la academia, la industria e institutos tecnológicos del Estado.
    4. El mejoramiento de la infraestructura, bibliotecas y equipamiento.

    El camino al desarrollo pasa por una base científica sólida en cuanto al número y la calidad de los investigadores. Es reconocido por todos que el país carece de suficientes investigadores y no realiza la necesaria actividad científica para emprender cualquier desafío serio que nos permita construir una economía basada en el conocimiento. Se presenta ahora una oportunidad extraordinaria para enfrentar el desafío con una visión de futuro. Chile puede contar con sus científicos para construir la institucionalidad y tomar las decisiones que nos guíen por este largo camino.

    [FUENTE: El Mercurio, Jorge Babul, Pres. Consejo de Sociedades Científicas de Chile]

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