Conicyt adjudica $1.500 millones a tres proyectos del Programa Genoma en Recursos Naturales Renovables
El Comité Directivo de Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico, Fondef de CONICYT, dio a conocer los 3 proyectos ganadores en la convocatoria dirigida a incorporar mejoras genéticas en uvas y nectarines, productos clave para la industria exportadora frutícola y vitivinícola nacional.
El Concurso implementado por Fondef y el Programa Bicentenario de Ciencia y Tecnológica, en coordinación con Innova Chile de CORFO; permitirá entregar 1.500 millones de pesos a las iniciativas ganadoras, las que se desarrollarán entre 30 y 60 meses, y son liderados por la Universidad de Chile, el INIA y la Universidad Técnica Federico Santa María respectivamente; en el marco de la Segunda Convocatoria del Programa Genoma en Recursos Naturales Renovables.
El programa apoya iniciativas de mejoramiento genético, a través del desarrollo y uso de capacidades en genómica, bioinformática, proteómica y metabolómica, para contribuir a la generación de variedades mejoradas de uvas y carozos de exportación. Entre los antecedentes que se tuvieron en cuenta para dar continuidad al programa y definir el alcance de esta convocatoria, se encuentra el éxito de la primera versión, que se realizó el año 2002 y que contó con una inversión cercana a los US$ 4 millones. Asimismo, el desafío como país de avanzar en el desarrollo de nuevas variedades frutícolas, lo que requiere de importantes y coordinados esfuerzos; ya que de no ser asumido, podría transformarse en un problema para nuestra competitividad y en la pérdida de participación en los mercados globales de fruta de exportación.
Es así como las Universidades de Chile y Andrés Bello y el INIA, en conjunto con Biofrutales S.A. y el Consorcio Tecnológico de la Industria Hortofrutícola, llevarán a cabo el proyecto “Genómica Funcional en Nectarines: Plataforma para fomentar la competitividad nacional en exportación de frutas”, cuyo objetivo es optimizar el proceso de selección de nuevas variedades que tengan un potencial comercial. En el área de la industria frutícola, la generación se realiza en programas de mejoramiento genético que pueden tardar varios años. En el caso del duraznero, la evaluación de una nueva variedad obtenida a partir de un cruzamiento puede tomar al menos 4 a 5 años y su consolidación cómo una variedad comercial puede tomar entre 10 y 15 años.
En la “Identificación de Genes relacionados con el desarrollo y crecimiento de bayas apirenas de vid mediante genómica funcional”, trabajará el INIA, y las Universidades de Chile y Andrés Bello, y como contrapartes estarán Biofrutales S.A. y el Consorcio Tecnológico de la Industria Hortofrutícola S.A. Este proyecto se propone continuar el trabajo desarrollado en una primera fase, en que se aislaron más de 19.000 unigenes de vid a partir de 130.000 ESTs obtenidos desde los cvs. Sultanina y Carménère en distintos estados de desarrollo. Se pretende profundizar estos estudios, con el objeto de identificar genes que sirvan como marcadores de selección para dos de los caracteres más importantes de la calidad de la uva de mesa: el tamaño de la baya y la ausencia de semillas (apirenia).
Finalmente, la Universidad Técnica Federico Santa María, en conjunto con la Universidad de Talca y el INIA, desarrollaran la Etapa II: “Genómica funcional de vid”, de la Plataforma científica tecnológica para el desarrollo de la genómica vegetal en Chile. Para ello pondrán en marcha nuevos estudios para obtener plantas resistentes a enfermedades fungosas y desarrollar un programa de largo plazo que permita la obtención de nuevas variedades del cultivar Carménère. Por otro lado, ciertas variedades de vides, en especial el Carménère, presentan durante su desarrollo una formación irregular de los frutos lo que se traduce al término de la temporada en racimos que presentan bayas de distinto tamaño. Como base para la realización de esta etapa, se cuenta con una colección de genes candidatos que pueden estar jugando un papel crucial en los fenómenos estudiados.
Este proyecto cuenta con al menos 7 contrapartes, entre las que destacan empresas hortofrutícolas, viñas y a nivel internacional el Instituto Max Planck.
Resultados Primera Convocatoria del Programa
Gracias a la implementación del Programa Genoma en Recursos Naturales Renovables, el año 2002, se instala por primera vez en el país una plataforma científica y tecnológica en las áreas de genómica, bioinformática y proteómica; lo que ha permitido que nuestro país avance rápidamente en la implementación de proyectos en esta línea.
Asimismo, la constitución de la primera de Red Genómica del país, a través de los proyectos en ejecución, permite a Chile iniciar proyectos genómicos formales e integrados en el país, trabajando en áreas de importancia estratégica, desde una perspectiva anteriormente inexistente y permitiendo la formación de capacidades técnicas (equipamiento) y nuevos recursos humanos.
[FUENTE: La Segunda]
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