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    lunes, 25 de junio de 2007

    EL CÍRCULO VICIOSO QUE RODEA A ESTE NEGOCIO: La debacle de la uva de mesa

    El negocio estrella de la fruta chilena se va a pique. La baja del dólar desencadenó un efecto dominó que tiene a los parrones en ascuas. Este año se espera un ajuste dramático, ya que al menos 30% de los productores está en rojo. La uva como negocio de volumen no da más. Las pymes son las más afectadas.

    Las causas: Efecto dólar

    Bajan ingresos, suben costos y hay más competencia

    En los últimos cuatro años el dólar ha bajado 23%, afectando dramáticamente los retornos de los productores. A esto se suma que el costo de la mano de obra, que se paga en pesos, ha aumentado 20% en términos reales, según señala Asoex. Un dato no menor considerando que el 65% de los costos de la producción son laborales. Además, el tipo de cambio merma la competitividad de Chile. Según Decofrut, durante la temporada pasada, Argentina y Sudáfrica fortalecieron sus monedas lo que generó un aumento de 7% en sus retornos, mientras que los de Chile cayeron 4%.

    Descapitalización No hay inversión

    Cuatro años de disminución en los ingresos han obligado a muchos productores a comerse su capital de trabajo y endeudarse para sobrevivir. Ni hablar de invertir. Antes de la crisis el negocio era rentable produciendo unas 1.500 cajas por há. "hoy se necesitan 2.200 para estar sobre la línea de flotación y el promedio nacional es de 2.000; por lo que más de la mitad de los productores está con problemas", dice Rodrigo Echeverría, de Fedefruta. Manuel José Alcaíno, de Decofrut, estima que un 30% de los negocios estaría en rojo.

    Mala calidad Bajan los precios

    Sin plata para invertir, ya sea en renovación de plantas, aplicaciones, fungicidas, etc, muchos están produciendo uva de baja calidad, mala guarda y que llega en deficientes condiciones a los mercados. Las vides antiguas apenas rinden 1.000 cajas/há. Existe la tendencia a aumentar la producción por la vía de los químicos, los que le quitan resistencia a la uva, critica Carolus Brown, productor de Aconcagua. También se está exportando uva no madura para llegar antes a los mercados. Esto ha impactado los precios en EE.UU. Hoy pagan entre US$ 8 y 12 por caja de blancas sin semilla, cuando se necesitan US$ 15. Esto se está dando mayormente en los productores pyme de entre 10 y 50 há.

    Copiapó

    Nueva competencia

    Si bien los negocios de uva tempranera están sanos, con calidad y buenos precios, su supremacía está en entredicho por la llegada de nuevos competidores. Brasil y Perú ahora pueden entrar a EE.UU. (previo tratamiento de frío para evitar insectos cuarentenarios) y compiten directamente con Copiapó en diciembre, época de primores. Si bien Brasil tiene mayores costos de producción y un tipo de cambio que no le favorece, Perú, en cambio, tiene bajos costos, un tipo de cambio favorable y está en plena expansión. Enviaron cerca de un millón de cajas la temporada pasada.

    Las salidas

    Arrancar

    A los que están bajo los costos y no tienen espaldas para esperar otro año, no les queda más que arrancar las parras y salir del negocio. Algunas opciones podrían darse en los cultivos tradicionales o frutales menores como los arándanos. "Va a haber una pérdida de capacidad instalada en el sector de la uva", dice Echeverría.

    Eficiencia

    Según Ronald Bown, de Asoex, hay que mejorar los costos laborales y productivos. Es decir, hacer más eficientes las horas hombre y aumentar los rendimientos de uva, sin que esto afecte su calidad.

    Calidad

    Para Mariano Allende, analista de Inglobo, la salida está en mejorar la calidad y la condición en que llega la uva a destino para así acceder a buenos precios. Su receta está en disminuir los rendimientos entre 20% y 30% y apostar por uva de mejor condición.

    Para eso hay que hacer las aplicaciones de pesticidas, fungicidas a tiempo y trabajar el viñedo de manera adecuada, por ejemplo realizando las labores de deshoje.

    Diferenciación

    Según Rodrigo Echeverría, algunos podrían salir del hoyo si es que se enfocan a mercados de nicho, como el orgánico y el de las frutas "premium", con calidades especiales en cuanto a tamaño, color y sabor. En la misma línea, Carolus Brown estima que hay traer nuevas variedades, pagando patentes, y arrancar las con menor demanda como la almería y otras variedades argentinas que ocupan espacio.

    [FUENTE: El Mercurio, Sabine Drysdale]

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