Inauguración oficial: Presidenta rompió champagne contra la insignia de Centro Científico en Valdivia
La Presidenta Bachelet, junto a Davis Cross y Frank Wilczek, estadounidenses galardonados en Física, escucha atenta las instrucciones de Claudio Bunster, director del CECS de Valdivia. En el segundo intento, un poco azorada, la Presidenta despedazó una botella Valdivieso que hizo estallar los aplausos. Compartieron la ocasión connotados científicos; entre ellos, dos Premios Nobel, en medio de políticos y autoridades.
"Inauguramos hoy, después de seis años, porque el Centro está verdaderamente listo. Y porque hemos estado tan ocupados en el trabajo, que no hemos tenido tiempo de dar las gracias", dijo Claudio Bunster, director del Centro de Estudios Científicos (CECS) de Valdivia.
Emocionado, habló ante la Presidenta de la República, el presidente del Senado, la ministra de Planificación y el comandante en jefe de la Armada. Autoridades y un estrado con 26 prominentes representantes de entidades científicas de EE.UU., Europa, Argentina y Cuba. El más observado: Fidel Castro Díaz Balart, físico nuclear. Pero no habló.
Unas quinientas personas, muchos con gorros CECS (se pronuncia "sex"), escucharon a tres oradores.
El eje de todo
Lo que más quedará de esta ceremonia será la entrada en funcionamiento del péndulo de Foucault, una bola de 65,9 kg de acero que pende de un cable de 14 metros y va girando en su vaivén, impulsada por la rotación del planeta. Completa una vuelta cada 36 horas, debido a la latitud de Valdivia.
Es el eje, la conexión de lo que se piensa con la escala planetaria. Lo construyeron Jorge Zanelli y Joel Castro, del CECS, y el tornero José Ortega.
Bautizo naval
Bunster, que se siente capitán de un buque, marcó el tono: Citó el aviso con que el inglés Ernest Schackleton reclutaba en 1912 para su expedición imperial transantártica: "Se necesitan hombres para un viaje peligroso. Salario bajo, frío penetrante, largos meses de completa oscuridad, peligro constante, regreso sano y salvo dudoso. Honor y reconocimiento en caso de éxito".
El aviso "apela", añadió Bunster, a una eterna pasión humana, que nos acompaña desde nuestro origen. Explorar. Explorar es una palabra sagrada, explorar es una actividad revolucionaria, la exploración tiene el poder de cambiar el mundo y nuestra manera de concebirlo".
El director del CECS guió a su audiencia por la matriz del explorador. "Las dificultades, mayores si el fin es grande. Los exploradores son rechazados, se saltan las normas establecidas y consiguen condescendencia cuando mueren en el intento".
Abajo, lo escuchaban profesores de diferentes universidades, el rector de la Universidad Austral, el rector de la Universidad Andrés Bello, representantes de las otras grandes universidades del país, de las Fuerzas Armadas, el intendente de la Región de los Lagos. Las principales autoridades a cargo de la investigación en el país.
Afuera, 200 personas del grupo "Acción por los cisnes" intentaban ahogar las palabras del físico. En un momento los gritos que pedían "ciencia para la vida" y acciones contra Celco hicieron que el orador trepidara, pero asumió el timón hasta decir lo que tenía que decir.
Gracias y sueños
Bunster agradeció. Especialmente a los últimos tres presidentes de Chile. A la Fundación Tinker, que fue la primera que creyó en el Centro. Y prometió explorar sin término.
La presidenta Bachelet cogió el tema de la exploración y lo urdió con el soñar. Retrocedió en la historia de Chile, apuntó a los soñadores que han construido la patria. Señaló la importancia de que el CECS se hubiera mudado a la región. "Gracias por la opción", dijo. E invitó a los presentes a soñar también con un país capaz de crear, con oportunidades y riesgos más equitativos.
Frank Wilczek, el Premio Nobel de Física 2004, había antes invitado a todos a "un corto paseo desde lo muy pequeño a lo muy extenso, y de vuelta". En las pantallas aparecieron una formas verdes moviéndose. Fluctuaciones cuánticas de la materia a escalas ínfimas: 0,00000000000001 cm y en tiempos de 10 elevado a menos 27 segundos. Saltó a lo inmenso, a la imagen obtenida de la radiación del fondo del Universo. En la misma pantalla: el todo y lo ínfimo desde el Big Bang.
Desde el origen
"¡La alegría que tengo!", dijo el presidente del Senado, Eduardo Frei. Él como presidente de la República abogó por la Iniciativa Científica Milenio ante el Banco Mundial, y obtuvo US$ 5 millones iniciales para lanzarlo.
"El proyecto Milenio es entregarles recursos a los científicos, que se acabe la burocracia, perdonando la expresión", dijo.
El presidente del Senado declaró su preocupación por las recientes tensiones entre la U. Austral y CECS. Contó que invitó a una reunión a sus directivos para mejorar fórmulas de complementación.
"Aquí las platas se le entregan al explorador, al creador, porque está en la frontera del pensamiento. Y eso produce al final bienestar para los pueblos. Ese concepto hasta el día de hoy sigue. Confianza en los creadores, en la gente que está en la vanguardia. El término medio no produce el cambio", precisó.
El rector de la Universidad Austral de Chile, Víctor Cubillos, que viene de disputar con el CECS fondos para un Centro Regional, celebró, y manifestó: "Todo lo que sea contribución a la ciencia es bienvenido. Pero en la pertinencia. Si ellos están en la física, que sigan en esas tareas. Cada cual es creíble en sus propios temas".
Especificó que "tenemos un convenio con el CECS desde 2000: nuestras instalaciones, nuestra biblioteca, están a disposición de ellos. Y nuestros alumnos, varios de los cuales están haciendo sus tesis de doctorado en el CECS. Estamos abiertos a colaborar, sin malentendidos".
Luego de las solemnidades, la concurrencia pasó a la costanera, donde desfilaron algunas naves. A sus espaldas, los laboratorios de biología, biofísica, glaciología y cambio climático esperaban el trabajo. Los físicos tenían sus pizarrones listos. No hay pizarrones modernos en el CECS. Sólo pizarras con tiza de verdad, en la tradición de Einstein y los grandes físicos.
"En mi instituto sólo tengo pizarrones negros y tiza", dijo David Gross, el otro Nobel 2004 presente. "Me encanta borrar". Y Francisco Sepúlveda, el subdirector del centro, alegre por esta concurrida ceremonia, bromeó: "¡Ahora sólo nos falta poner un CECS shop!".
Flexibilidad
Impresionada quedó Clarisa Hardy, la ministra de Planificación, de quien depende la Iniciativa Científica Milenio que cobija al CECS.
Según dijo la ministra, la iniciativa conserva su capacidad de mantener su agilidad frente a lo que se ha entendido como forma de financiamiento a la ciencia. "Es como un semillero, aunque con pocos fondos", dijo.
Su ministerio tiene 190 mil millones de pesos, y la iniciativa milenio toda sólo 6 mil.
Vivian Hey, presidenta del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, dijo, por su parte, que "esta iniciativa tiene fortalezas importantes que nosotros estamos mirando en las nuevas estrategias que estamos pensando".
HISTÓRICO
El CECS y su Instituto Milenio se instalaron en 2000 en el ex hotel Schuster, en el corazón de la ciudad, a orillas del río Valdivia.
[FUENTE: El Mercurio, Nicolás Luco]
No hay comentarios.:
Publicar un comentario