Íconos chilenos: Los gurúes criollos

En Chile también se ve el fenómeno de creadores de tendencias, líderes de opinión y figuras mediáticas que encandilan audiencias y cautivan seguidores.

En Chile, si bien el término gurú puede sonar un poco paródico o caricaturesco cuando se le asocia con personajes como el comentarista Eduardo Bonvallet, también se puede aplicar en medios menos expuestos como la TV. En el terreno de la filosofía, por ejemplo, el académico Sergio Rojas (Director de la Escuela de Filosofía del Arcis) ve que la palabra "gurú" funciona para denominar a una suerte de maestro con quien se establece una relación extra-teórica en la que además de lo intelectual entran a jugar otros elementos más cercanos a los afectos y que hablan de una atracción hacia lo que es original o ayuda a abrir los ojos sobre ciertas áreas de la realidad. Sin embargo, y pese a que en la categoría de gurú Rojas reconoce que podrían caber personajes como Pablo Oyarzún (Decano de la Facultad de Artes de la Chile), también reconoce que esa categoría se asocia con lo mediático y que, en ese caso, opta por seguir al filósofo francés Gilles Deleuze que llamaba a no ceder a la seducción de los medios, en el sentido de que estar en ellos es finalmente pronunciarse en los términos que impone el mercado de las comunicaciones.

Los intelectuales

Siguiendo esta idea, entre los intelectuales de la política, por ejemplo, un gurú mediático sería el analista Patricio Navia, quien tiene una alta frecuencia de apariciones en los medios como palabra autorizada para dictaminar sobre el comportamiento de los políticos y las líneas que éstos debieran seguir. Quizás leyendo su columna en la que hablaba sobre si Lagos debía o no intervenir en la actual crisis de la Concertación, el ex Presidente tomó bríos para lanzar su poética frase de "la hojarasca de estos días". Otro gurú, tal vez menos mediático, pero cumpliendo una función semejante a la de Navia, es Carlos Peña, quien a su labor académica sobre generaciones de abogados portalianos ha sumado una certera columna política en donde, entre otras cosas, se dio el lujo de confeccionar, en vísperas de las elecciones presidenciales, un ácido retrato del candidato de la derecha Sebastián Piñera.

Dentro de la intelectualidad también resulta mediático el historiador Alfredo Jocelyn-Holt quien, más allá de iluminadores libros como "La independencia de Chile", llama la atención por sus comentarios en diarios e incluso por polémicas como fue el caso de su encontrón con Michelle Bachelet, todavía como candidata presidencial, en donde la tildó de ser "una carta tapada de la fuerza militar". Menos ligada a los focos de la exposición mediática Nelly Richard ha hecho escuela dentro del tema de la crítica cultural. El Premio Nacional Gabriel Salazar también ha creado escuela al elegir como sujeto de investigación a los grupos minoritarios y sus crónicas en vez de los grandes relatos de la historia. Sin embargo, igualmente Moulian ha tenido una exposición mediática extra gracias a su papel en la dirigencia y también como precandidato presidencial del PC.

El mundo del arte

En el mundo del arte, por su lado, están los gurúes que ayudan a que ciertas tendencias se apoderen de la escena, como el caso del director del Museo de Arte Contemporáneo Francisco Brugnoli y su indudable aporte a la entrada de las vanguardias en el medio. Otras figuras influyentes son Justo Pastor Mellado, quien se levantó como máximo juez al dictaminar el "who is who" del arte chileno en la monumental muestra "100 años de artes visuales" en el MNBA, y Guillermo Machuca (junto a Sergio Rojas), quien hizo algo parecido a lo de Mellado pero centrándose en las dos últimas décadas de la producción nacional en el estudio "Chile arte extremo". En el discurso de estos mismos teóricos surgen los nombres de los gurúes que hacen escuela, pero desde el punto de vista de la creación, como Eugenio Dittborn, Gonzalo Díaz, Arturo Duclos y, por supuesto, Alfredo Jaar.

La ciencia

En el terreno de la ciencia, el asunto tampoco es muy distinto. Están los que dictan pauta en términos teóricos, como Humberto Maturana y su teoría de la autopoiesis que fue adaptada nada menos que para la teoría de sistemas del famoso sociólogo alemán Niklas Luhmann. Por esta misma razón, no es raro que Maturana aparezca citado por el propio Habermas, el gurú de la filosofía mencionado en el artículo de la gurumanía de Juana Libedinsky. También hay otros, menos mediáticos, que han forjado su fama en los laboratorios como Jorge Allende, cuyo trabajo en la bioquímica y la biología molecular ha formado escuela en Latinoamérica. Y, entre los que no le han temido a la mediatización, es inevitable que se mencione el nombre del Premio Nacional de Ciencias Eric Goles que, más allá de sus investigaciones en los modelos matemáticos, se aventuró en el mundo de la televisión con el programa Enlaces, una vitrina que le sirvió para reemplazar el lenguaje más especializado del científico por uno al alcance del común espectador. Figuración que le ha reportado el beneficio de ser el invitado habitual de seminarios donde la ciencia dura no está en juego, como fue el caso de su participación junto al taquillero Dr. Quantum en el encuentro "El poder del pensamiento".

Otro nombre que también pesa es el de Claudio Bunster, cuyos principales aportes, dentro de la física teórica, han ocurrido en el terreno de la electrodinámica y de la teoría cuántica. Pese a que brilla por estas razones, su principal figuración en los medios tuvo lugar no hace mucho cuando se enfrentó a la verdad de que su padre biológico no era Volodia Teitelboim. Revelación a la que siguió su publicitado cambio de apellido.

Los arquitectos

Los arquitectos aportan con el nombre de Mathias Klotz, quien con 49 obras construidas y sus numerosos premios, entre ellos el Borromini italiano, se alza como un referente actual de la arquitectura chilena. Otros arquitectos que tiene figuración son Cristián Boza, quien además de edificios como Las Américas, Manhattan y el Fundación, se convirtió en el responsable de darle forma en planos al sueño de Piñera del Mapocho Navegable; Cristián Undurraga organizador de la última Bienal de Arquitectura y arquitecto del Centro Cultural La Moneda; y José Cruz responsable del edificio de la Universidad Adolfo Ibañez.

Dentro de las nuevas generaciones destacan los jóvenes de Elemental (Alejandro Aravena) o los de Apariencia Pública, que optaron por seguir una problematización sobre la vivienda y la ciudad que tiene sus referentes más allá de Chile.

Management

Un área que necesita casi por esencia de gurúes es la del management. En un mercado pequeño como Chile el único que puede llevarse con propiedad ese título es Fernando Flores, quien gracias al éxito internacional del software "El Coordinador" pasó a convertirse en sinónimo de emprendimiento exitoso y, más tarde, en consultor estrella de las relaciones humano-productivas al interior de las empresas. En todo caso, lo que todavía no le ha resultado es llevar ese liderazgo al terreno político, menos después de los complicados roces con su partido. Pese a esto, algunos siguen hablando de un naciente "florismo".

Espiritualidad

Otra área, definida también esencialmente por el término gurú, es la relacionada con la espiritualidad. Los ejercicios de autoayuda, las enseñanzas del maestro y el crecimiento hacia el bienestar son algunas de sus coordenadas. Quien representa de mejor modo este fenómeno entre los connacionales es, sin duda, Alejandro Jodorowski, el psicomago que siempre que aparece por nuestro país arrastra multitudes que encuentran en él una suerte de guía espiritual. Uno de los fenómenos recientes de guías en el tema del bienestar, aunque de modo más prosaico, es el de la psicóloga Pilar Sordo, cuyo nombre despegó por las nubes luego de que Coco Legrand la citara en una de sus rutinas a propósito de su libro "Viva la diferencia" que habla de la relaciones entre hombres y mujeres. Ahora es invitada frecuente a la TV, la radio y da asesorías y charlas a distintas instituciones.

Moda

El mundo del diseño también necesita de un gurú que indique qué es lo que se debe llevar. Claro, no hay una institución como Vogue ni un mercado como el de Prada, pero acá también surgen algunos pequeños íconos como Atilio Andreoli con quien se viste hasta el ex Presidente Lagos. Aunque también están los clásicos y mediáticos como Rubén Campos (quien luce el pergamino de haber participado en la semana internacional de la moda de Nueva York), Luciano Brancoli y José Cardoch, por nombrar algunos. Habría que agregar a estas luminarias la tienda de Arturo Chiang, donde el zapato es el producto principal con diseños exclusivos y lanzamientos de líneas acompañados con cóctel. Top.

[FUENTE: El Mercurio, Javier Rojahelis]