El cambio climático en la mira
Temas como el calentamiento global o la escasez de agua, que requieren análisis científico, están teñidos por intereses políticos.
El foco de la política internacional está apuntando a dos temas subyacentes e ineludibles: el cambio climático o calentamiento global, y la escasez de agua. Por algo la película del ex candidato presidencial norteamericano Al Gore, "Una verdad inconveniente", ha sido muy discutida y analizada, pero no puede negarse el interés del asunto tratado.
Chile posee una de las mayores reservas de agua dulce y de selvas frías, elementos que tendrán un creciente valor estratégico mundial. Hay que tener muy presentes ciertos datos objetivos: sólo el 3% del agua del planeta es dulce, sólo el 1% sirve para el consumo humano, la industrialización ha contaminado napas subterráneas y grandes caudales, el 40% de la población mundial vive sin agua potable, el cambio climático está disminuyendo glaciares y polos.
Hay estudios que sostienen que si en el siglo XX el petróleo fue central para la política y los conflictos, en el siglo XXI lo será el agua.
Cambio cíclico
Pero también hay otros estudios que argumentan que el cambio climático es cíclico y que las nuevas tecnologías permitirán adecuarse. Que así como Thomas Malthus predijo hace dos siglos que habría escasez de alimentos por el aumento de la población, sin saber que el desarrollo de la biotecnología dejaría obsoleto su argumento, así también frente al calentamiento global y la escasez de agua la creatividad humana sabrá encontrar respuestas y soluciones.
El problema es que temas tan complejos, que están llamados a tener un análisis científico, están teñidos por las disputas de grandes intereses, muchas veces mezclados con estudios aparentemente serios para el público general. Por ejemplo, es imposible que un ciudadano común pueda saber si es cierto que consorcios vinculados al petróleo y al carbón y que apoyan al gobierno norteamericano invierten sumas siderales para ocultar información que demandaría cambios urgentes en el uso de energías.
Tampoco es posible para una persona común evaluar si efectivamente, como dicen algunas publicaciones, quienes argumentan el cambio climático se han politizado al extremo de constituir otro lobby que so pretexto de defender el planeta quieren asegurarse sus propios negocios. Son temas tan grandes que no pueden tener respuestas simples.
Lo único que cabe en un país en desarrollo como Chile -cuya alejada y difícil geografía antes era un obstáculo y hoy una bendición por las reservas que tiene- es fomentar la conciencia y cariño por el territorio. Campo de Hielo Sur debe ser una prioridad política para los chilenos. Como también la búsqueda de equilibradas leyes medioambientales de última generación, que permitan el desarrollo económico y al mismo tiempo el cuidado del patrimonio natural sin intervenciones foráneas.
Los chilenos deberían exigir a su gobierno y parlamento, tan distraídos en disputas pequeñas, mayor seriedad e información frente a estos temas que hoy dominan la política mundial y definirán el futuro del país.
[FUENTE: El Mercurio, Karin Ebensperger]
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