De las moléculas a los bits: Potentado de la ciencia invita a Chile a asociarse para inventar el futuro
El Dr. Rainer Fischer maneja un presupuesto de US$ 1,6 mil millones, más de dos centrales Ralco, al año. Dirige el Instituto Fraunhofer, mundialmente conocido por sus inventos, como el MP3.
El doctor Rainer Fischer es Herr Professor. Sus ojos azules perforan, como el láser con que apunta hacia el telón. Habla en el encuentro Ciencia-Empresa que organizaron la Embajada de Alemania y la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica.
Despliega la organización que él coordina, el Instituto Fraunhofer. Nanotecnología, claro. Biotecnología, obvio. Calidad de automóviles, alemán. Producción digital, en onda. Inventaron el MP3, nada menos. Pero está nervioso. De cada dos mil ideas, dice, diez se convierten en productos.
Inventaron el chip de los balones de fútbol del mundial, para saber siempre si la pelota había pasado la línea de gol. El instituto genera investigación en un contexto internacional, de utilidad directa para la empresa pública y privada.
Fischer recalca: "Y con amplios beneficios para la sociedad toda". Su presupuesto: 1,2 mil millones de euros. Más de dos centrales Ralco. Invita a Chile a asociarse. No cree en las torres de marfil. Y el Fraunhofer tiene socios en EE.UU. y en Asia. Nada en Sudamérica.
-Usted no se cierra, comparte.
"Soy muy abierto de mente. Claro que alguien puede tomar una idea y seguirla por su cuenta. Pero muchísimas de nuestras ideas son tan complejas que ninguno la puede realizar individualmente".
-Es un mánager de ideas.
"También un profesor. Enseño 9 horas a la semana. Dirijo el Instituto de Biología de la Universidad de Aachen. Quince se doctoran al año ahí. Somos 75 personas en el departamento. Así es que estoy al día en biología y vuelvo a lo básico con mis estudiantes".
-¿Cómo se las arregla con los políticos y los planificadores?
"Yo me aseguro el financiamiento público y privado. Pero pasamos mucho tiempo visitando potenciales socios. En el instituto de biología molecular escribimos unos 300 informes al año. Conseguimos apoyo para un 7% de los proyectos. El resto se tira por la ventana. ¡Necesitamos otro sistema de financiamiento! Para que la gente entrenada se dedique a la innovación, no a escribir informes. Hay tanta gente con dinero. Tenemos que convencerlos de que financien los think tanks. Y si quieren participar, adelante. Mire a la gente que gana dinero con el cobre, a la Fundación Gates. Se necesita convencer de que tenemos las herramientas, los talentos. Y si en Chile necesitan que yo apoye y ayude a convencer para operar así, vengo de inmediato".
-¿Cómo se embarcan en proyectos de 10 o 20 años?
"Se necesita voluntad férrea, motivación, tolerancia a las presiones y fuerza para mantener un proyecto 20 o 30 años. Y encontrar la gente con la constitución física para resistir y pelear".
-¿El etanol, por ejemplo, es la solución energética?
"Quien quiera cambiar maíz a etanol, en el 99% de los casos, fracasará. Replicar el proceso de Brazil es muy difícil. Y los motores a combustión no están listos. Hay problemas ambientales serios. Hay que ver el tema de manera ecológicamente sistémica. EE.UU. invirtió 1,2 mil millones de dólares en esto el 2006. Si alguien cree que con 20 millones va a poder resolver el problema, está muy equivocado".
-Usted trabaja en fármacos, ¿y la medicina indígena?
"Me interesa mucho. La sabiduría médica indígena, ya sea de América, China, África, trata en forma holística. En cambio la medicina occidental ataca con un compuesto lo puntual. Pero las hierbas restauran el equilibrio corporal. Podríamos diseñar un centro aquí o en Asia. Estoy listo para ello. Llevar un producto holístico al mercado. Esto es una inversión mayor, claro. Y todos ganan, los indígenas participarían en las utilidades. Es complejo. Pero me interesa".
"Yo quiero logros. Trato con los tomadores de decisiones. Pero también voy a la jungla, conozco los temas clave. Tenemos que contribuir. Y apoyar".
Temas en la mira
Doce son las áreas de trabajo del Instituto Fraunhofer:
La internet de los objetos (electrodomésticos que conversan entre sí).
Productos y ambientes inteligentes (la casa automatizada).
Tecnología de microenergía (mínimos generadores para mínimos motores).
Adaptronics (el cruce entre la inventiva y el uso).
Realidad simulada para procesos y productos.
Interfaz hombre máquina (en automóviles, en computadores, en electrodomésticos, en sistemas complejos como el hogar inteligente).
Computación de grilla para empresas (cooperación de computadores conectados en red que suman sus potencias).
Sistemas livianos (organizaciones de información que funcionan en plataformas pequeñas).
Biotecnología industrial blanca (con clara conciencia ecológica).
La luz como herramienta.
Politrónica (por ejemplo, conductores eléctricos plásticos).
Desarrollo acelerado de fármacos.
[FUENTE: El Mercurio, Nicolás Luco]
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