¡Feliz año 2007!: Trece científicos expresan genuinos deseos
Piden desde más fondos para la ciencia básica y equidad social hasta detectores de olores y buques con submarinos.
Con tres palabras que dicen mucho, el rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez, expresó sus profundas esperanzas para 2007: el Campus Juan Gómez Millas quiere contribuir a pensar en un país más "equitativo, solidario y tolerante", uno que dé oportunidades a los sectores más modestos. "Que los estudiantes más pobres tengan acceso a la educación de calidad, que volvamos a instalar la educación pública como constructora de soberanía, preservando los valores republicanos", esbozó la autoridad. Por otro lado, aspiró a proyectos que revitalicen las humanidades, las artes y las ciencias sociales. "En nuestra universidad estamos recuperando estas disciplinas para el país, pero se requiere lo mismo en los fondos concursables del Estado para alcanzar también un desarrollo social, más humano; es nuestra inquietud actual", dijo.
Por su parte, Pedro Rosso, rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, tajante y práctico nos reveló cinco aspiraciones incluidas en un mismo paquete: una estrategia nacional para el desarrollo científico y tecnológico, e innovación.
Uno, la formación de personal altamente calificado y el apoyo a los programas nacionales de doctorado con aumento en el número de becas y en los aranceles de matrícula.
Dos, el aumento de los recursos estancados para los proyectos de Fondecyt y Fondef, el gran sustento del sistema nacional de investigación.
Tres, la estructuración de una política de financiamiento que considere los costos reales de la investigación, reconociendo los costos indirectos en los que incurren las universidades al ejecutarlos.
Cuatro, que el Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad incorpore y considere la opinión de las universidades, actores centrales.
Cinco, el incremento significativo de la inversión en ciencia, tecnología e innovación para sobrepasar el 0,6% del PIB, estacionario por más de una década.
LOS INSPIRADOS
Investigadores chilenos de distintas áreas identificaron sus "aterrizados sueños" para el próximo año. Ellos fueron:
Eduardo Agosín (biotecnólogo)
Eric Goles (matemático)
Nicolo Gligo (ing. agrónomo)
Nibaldo Inestrosa (neurobiólogo)
Fabrián Jaksic (ecólogo)
Gustavo Lagos (ing. civil)
Hernán Quintana (astrónomo)
Marcos Salamanca (oceanógrafo)
Tito Ureta (bioquímico)
Carlos Valenzuela (genetista)
Fernando Yáñez (ing.de materiales)
Astronomía
Dos proyectos, uno europeo y otro estadounidense, exploran lugares en el mundo para instalar un gigante óptico rastreador del espacio. Sería muy satisfactorio que el telescopio de la próxima generación quedara en Chile. El "Extremely Large Telescope (ELT) tendrá entre 30 a 50 metros; los actuales son de 8 a 10 metros. Astrónomos esperan recibir señales inteligentes de planetas que se encuentran a unos 200 a 300 años luz de nuestra galaxia (con un diámetro de 100 mil años luz), al menos ondas de radio con secuencias que indiquen un mensaje. Descubrir e identificar la materia oscura del universo, que da cuenta del 20% de su composición. El resto es materia común (5%) que conforma tanto planetas como estrellas y energía oscura (65%) que no vemos, que no emite radiación y que no reacciona con el resto de la materia. Otro deseo es que la U. de Chile deje de actuar como entidad mediadora en los convenios internacionales para crear centros astronómicos en el país. Este hecho desincentiva la venida de socios extranjeros y, por tanto, ojalá que sea el Gobierno que dé esta opción exenta de impuestos y no incurrir en la elaboración de leyes para los casos de los proyectos ALMA y GEMINIS. El cambio apremia. Seis universidades ya tienen carreras de astronomía en Chile.
Oceanografía
Comprar un buque de investigación científica administrado por un consorcio universitario y equipado con la más alta tecnología, incluyendo un minisubmarino con cámara y robots para conocer el piso marino frente a nuestras costas. Esta modernización nos serviría para averiguar los potenciales aún no mapeados de hidratos de metano, mineros y de metales preciosos. Con este profundo sondeo al fin podríamos saber qué especies habitan en nuestros ecosistemas hidrotermales de 4 mil metros de profundidad y en cordilleras submarinas a 300 grados Celsius donde, por tan alta presión, el agua no hierve.
Ingenierías
Que se apruebe la nueva norma de diseño de estructuras de hormigón armado en Chile para que la seguridad antisísmica sea uniforme en todas las construcciones del país. Que se desburocratice el gigantesco trámite que exige el proceso de construcción chilena. Modernizar las normas de materiales para saber si importamos o no chatarra. Actualizar las normas de diseño antisísmico y contar con una red sismológica que cubra todo el territorio nacional. Preocuparnos más del diseño urbano, cada vez más destrozado y caótico, convertido en un conjunto de carreteras con casas alrededor. Aprovechando el fondo del royalty, que se arme al menos una empresa de innovación en minería que haga competencia al monopolio que Codelco ha tenido en ocho años con el Instituto de Innovación en Minería y Metalurgia (IM2 ) y lograr aumentar en cinco veces la velocidad de innovar de este sector.
Política
Plata fresca al Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt), plataforma del conocimiento, para que se sea rejuvenecido y limpiado de grandes "pirañas". Que se tripliquen las becas de doctorado en el país y que se haga realidad el anunciado 2% del PIB a I&D. Mayor preocupación de la comunidad académica por la política de innovación que decidirá el Gobierno y por la gestión (criterios usados) de los fondos concursables del Estado para la investigación. Una ley que cree la carrera académica en Chile con sus respectivos grados, salarios, previsiones y jubilaciones. Derogación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) para que las universidades sean reconocidas por sus cuerpos académicos e instalaciones. Acceso equitativo a los beneficios que traen los avances científicos y la educación.
Ecología
Que dejemos de ser el paraíso del litigio en los temas ambientales. Que la participación ciudadana se realice con prudencia, para que la autoridad imponga el conocimiento por sobre la opinión populista. Que finalice la planificación territorial de las grandes 100 cuencas de Chile para saber cómo usarlas según normas específicas y evitar "peloteras" con la instalación de grandes industrias. Que el país reaccione ante el deterioro de los bienes de la naturaleza y la pérdida de posibilidades a que ello conlleva. Que la creación de un Ministerio de Medio Ambiente conduzca a estrategias eficientes y exigentes, mientras que los proyectos emblemáticos sean tratados con el rigor de la ley.
Ciencias biológicas
¡Basta de recurrir a los perros en los aeropuertos!: armar un grupo multidisciplinario para identificar y percibir olores, con miras a crear sensores específicos de drogas, contaminantes, explosivos y minas antipersonales. Y, ¿por qué no? dar aromas óptimos a vinos, piscos y frutas. Apertura de fondos a la genética evolutiva, especialmente de especies autóctonas vivas de Chile, invasoras, colonizadoras y extintas. Creación de centros de genética de la población chilena, normal y patológica, para mejorar diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Controlar el destino de las células troncales (maestras en fabricar células de cualquier tipo) para poblar zonas lesionadas con neuronas clave del parkinson, la escleorsis lateral amiotrófica (como la de Stephen Hawking) y el alzheimer. Que aumente la publicación de libros científicos, que existan fondos para esto y que las editoriales se den cuenta de lo relevante que es ello para los estudiantes universitarios. Más estudiantes en bioquímica, disciplina que se ha desdibujado por su éxitosa inclusión en tantas especialidades.
[FUENTE: El Mercurio, Lilian Duery]
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