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    sábado, 4 de noviembre de 2006

    Acelerar el crecimiento


    Cuatro áreas estratégicas son prioritarias para garantizar el crecimiento de la próxima década: energía, becas al exterior, conectividad digital e innovación tecnológica.

    Estamos creciendo a un ritmo sostenido y con buena política económica. Pero podemos ir más rápido. La protección y la inclusión sociales son prioritarias y fortalecen el crecimiento. Está bien. Pero el desafío para sostenerlas es también ir más rápido.
    ¿Cómo hacerlo? Sin una visión de largo plazo no sabremos cómo utilizar los ingentes excedentes del cobre (30 mil millones de dólares en 2008) para elevar la capacidad productiva.
    Cuatro áreas estratégicas son prioritarias para garantizar el crecimiento de la próxima década: energía, becas al exterior, conectividad digital e innovación tecnológica.

    1. Energía: debemos impulsar ahora un plan de inversiones que garantice a lo menos cinco mil megawatts de potencia adicionales en la década, lo que significa doblar la capacidad en el sistema central, y dejar encaminados los proyectos hasta 2020 (inversión por 10 mil millones de dólares). El Gobierno está dando los pasos necesarios, pero hay que asegurar las inversiones de las empresas privadas a tiempo para dar una clara señal de voluntad política, de independencia energética y de cuidado del medio ambiente.

    2. Becas al exterior: El factor más determinante de la futura capacidad productiva es el talento. El mejor destino de los recursos es la formación de jóvenes. Hay que poner en marcha un programa ambicioso de becas al exterior que otorgue la oportunidad a miles de estudiantes y profesionales para adquirir habilidades técnicas, científicas y artísticas que aceleren el cambio del país.
    Este programa abarcaría a los mejores alumnos que egresen de los liceos técnicos, quienes estudiarían carreras técnicas con certificación internacional y otro idioma; alumnos de liceos humanistas para lograr bachilleratos o licenciatura en países desarrollados; estudiantes de pedagogía y profesores para adquirir destrezas, idiomas y especialidades; artistas y escritores. Y comprendería también maestrías, doctorados y post-doctorados.
    Veinte mil jóvenes estudiando al año en el extranjero, con un promedio de dos años de permanencia, significa egresos de 10 mil alumnos al año, con un costo total anual que he calculado cercano a los 500 millones de dólares.
    Los chinos y otros asiáticos lo están haciendo: están copando las mejores instituciones de educación superior del mundo. Esto provocaría una verdadera y gran revolución: imagínense contar con el talento globalizado de primer nivel de unos 50 mil jóvenes, muchos de ellos provenientes de escuelas municipales o subvencionadas, en los próximos cinco o 10 años.

    3. Conectividad digital: el acceso de todos a internet es un requisito insustituible. Debemos alcanzarlo a breve plazo. Corea del Sur, Singapur y los nórdicos están a la cabeza. Hemos hecho experiencias novedosas en tres comunas: Salamanca, Peñalolén y Puerto Montt, con distinto éxito, instalando Wi Max.
    Un costo aproximado para conexión total con banda ancha puede oscilar entre 500 y mil millones de dólares. La conexión a internet debe entenderse como un servicio público y el Estado debe garantizar el acceso a todos los chilenos, como la luz y el agua.

    4. Innovación tecnológica: la pronta puesta en marcha del Fondo y el Consejo para la Innovación constituye una gran plataforma. Más de 300 millones de dólares al año puede rendir el nuevo royalty. Potenciar el valor agregado de nuestros recursos naturales se logrará con más especialistas e investigación, asociándonos con empresas y centros de investigación del mundo desarrollado. Chile invierte cerca de mil millones de dólares al año en investigación científica y tecnológica, una cifra muy baja, que corresponde a la mitad de lo que invierte una sola de las empresas de informática de Estados Unidos. La inversión chilena es pequeña y debe acrecentarse considerablemente.

    Estas cuatro líneas estratégicas requieren de un programa paralelo de modernización del Estado, más ambicioso. Confío en que logremos un acuerdo nacional amplio en torno a estas tareas.
    [FUENTE: El Mercurio]

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